sábado, 29 de diciembre de 2007

Uña y carne ( Marcos Vidal )



cuando me propongo gritar
es cuando más cayo,
cuando me propongo truinfar
es cuando más veces caigo derrotada.

Cuanto hemos crecido,
cuanto has crecido en mi?
cuanto has llegado a ocupar?
cuanta primavera has traido y
cuanto invierno te has llevado?

Nunca pense que fuese así,
nunca imaginé que algún día estarías respirando mi aire
y bebiendo mis suspiros.
Ni García Márquez podría
haberlo escrito tan perfecto,
ni un anticuado Shakespeare
lo hubiese podido retratar
del modo en que lo retratan tus manos.

no es necesario que hables,
soy un ogro que se alimenta de silencios,
silencios de incomodidad son los que prefiero,
silencios de mi propio nerviosismo.

no necesito que me observes,
tus miradas son las que me dejan desnuda,
tus ojos cómplices que coquetean con los míos,
tus ojos dulces que alivian dolores,
tus ojos limpios y sinceros que aunque quieran
no logran guardarme secretos.

no es necesario que me abraces,
el cálido toque de tus susurros me cobija
la dulce miel de tu piel es para mi, lo sé!!!
está grabado con espinas en tu boca,
tu piel grita mi nombre, acaso no la oyes????
acaso no sientes el cataclismo de nuestras almas.

no necesito de ti esto trasciende fronteras,
distancias,
colores,
aromas y
sabores...
sabor a frambuesa de tu voz,
sabor a temor destilando de mis manos,
no existe osadía más grande que protegerte,
paradójicamente protegerte de mi misma...

no es necesario que comencemos,
ya somos parte de esta aventura
y sabes??? prefiero callar mil veces
si es necesario a perder nuestra
eternidad.